"El Reto Bradbury", una forma de mejorar en el oficio de escritor
(O las mil noches de lectura y escritura)
¿Qué es “El Reto Bradbury”?
En el año 2001, el escritor Ray Bradbury (1920-2012; Farenheit 451, The Martian Chronicles, The Illustrated Man), pasó una tarde en el 6th Writer’s Symposium by the Sea. El tema de la charla fue “Contar la verdad” y, entre otras cosas, compartió con los asistentes su propuesta para escritores.
De acuerdo con Bradbury, una de las mejores prácticas para los escritores noveles e intermedios es escribir muchos cuentos. Uno a la semana, sin importar la calidad. Al final de un año se tendrían 52 cuentos, y él nos reta a escribir 52 malos cuentos consecutivos. En algún momento, uno será bueno, y en el transcurso habremos aprendido sobre el oficio.
Bradbury también nos recomienda leer mucho; autores como Roald Dahl, Guy de Maupassant, Richard Matheson, Herman Melville, Edgar Allan Poe, entre otros. Leer cuentos redondos de los que podamos aprender y nos sirvan de ejemplo.
Nos da un programa a seguir cada noche, este se conoce como “El Reto Bradbury”. El reto es: por las siguientes mil noches, antes dormir, lee un cuento, un poema, un ensayo. Después de las mil noches contarás con un bagaje de lecturas que te acompañará en tu camino como escritor. El reto es leer y escribir y aprender en el proceso.
Otros aspectos de este reto literario
Bradbury nos envía a buscar metáforas. Lo que él llama metáfora no es claro y él tampoco está seguro de si puede enseñarnos eso. Pero quizá el encuentro de esa metáfora esté en su búsqueda: sabremos reconocerla cuando la veamos. La única manera de toparnos con ella es ponernos a buscarla a través de la lectura.
Otro aspecto es alejarnos de los amigos que se burlan y no creen en nosotros. Es aquí donde propongo este Substack: rodearnos de personas que crean que podemos lograrlo. Formar una comunidad creativa. Conectar con personas como nosotros y hacer de la escritura un acto comunitario.
Bradbury también nos recomienda vivir en la biblioteca. En estos días la biblioteca puede estar al alcance de nuestras manos. Sin perdernos en la tecnología, más bien se trata de usarla a nuestro favor. Vivir en la biblioteca virtual o, si es posible, caminar algunas cuadras para reencontrarnos con la biblioteca pública.
Nuestra labor en la biblioteca es encontrar alguien como nosotros. ¿Con qué autor nos gusta pasar la mayor parte del tiempo? ¿Cuál lectura disfrutamos más? ¿Quién nos aporta mejores elementos en nuestro camino literario? ¿Qué amamos leer? Se trata de acercarnos a nuestros modelos, a los autores que nos apasionan, a quienes admiramos.
Bradbury nos propone ver la escritura como un acto de alegría y celebración. Si nos bloqueamos al escribir, comenta él, es porque no estamos haciendo lo adecuado. Nuestra preocupación tendría que ser escribir cosas que nos entretengan. El asunto es preguntarnos: ¿escribir sobre qué nos produce alegría y celebración?
Menciona otros puntos como olvidarse de escribir por dinero; hacer listas de las cosas que amamos, odiamos, tememos y escribir sobre ellas. En fin, esto es complementario. El punto del reto ya está dicho.
Talento y disciplina
Un aspecto relevante en este reto es la formación de un hábito. Para ser escritor se necesita talento. Este talento se cultiva con el trabajo y la dedicación. El trabajo y la dedicación se logran con la disciplina. Talento y disciplina trabajan juntas.
Formar un hábito puede cambiar vidas. Tanto si es el hábito de consumir alcohol como el de leer y escribir a diario. Uno y otro son hábitos que nos llevarán a destinos muy diferentes. ¿Cuál es el que nos conviene?
Propongo el ejercicio de la voluntad, querer con fuerzas, asumir la responsabilidad del acto creativo. Seguro que en ocasiones será difícil y el cuerpo y la mente no estarán lo mejor dispuestos. Pero vivamos cada día con sus retos y sus logros. Mejor ponernos en camino y tropezar a quedarnos quietos y no hacer nada.
Una invitación abierta para iniciar el reto
Esta es una invitación para iniciar el reto Bradbury. Por las siguientes mil noches, antes de dormir, leer un cuento, un poema, un ensayo, y cada semana, durante 52 semanas, escribir un cuento y, además, de ser posible, compartirlo con la comunidad.
Será un momento clave en la consolidación del hábito de leer y escribir para quienes iniciamos o lo tenemos frágil. Y para ti, que ya has avanzado, te propongo y ruego ayudar con tu buena vibra y palabras de aliento.
La intención es formar una comunidad de escritores noveles e intermedios dedicados al reto Bradbury y así encontrar esos amigos que nos animen y crean en nosotros. La escritura es un acto solitario, pero no tenemos que estar solitos.
Pienso que al final de los mil días de ningún modo podríamos terminar siendo peores de lo que somos, sino mejores escritores y personas, y con una comunidad a la cual pertenecer.